Fomentar la guerra es un negocio Mariano Cabrero B�rcena - 08.06.2010 12:19
Mariano Cabrero:�De los fabricantes de armas, para as� venderlas y matar seres hambrientos, para que se mueran antes..., y despu�s caer en el olvido: dinero negro ganado que nuestros ojos ven y nuestros o�dos escuchan todos los d�as del Se�or...�  Las armas las carga el diablo...  'Ni�a huyendo quemada� por el Napalm (Guerra de Vietnam, 1965-1975)...  Fotograf�a actualizada del autor Hay mucho de verdad cuando decimos�se dice�: qu� es necesario hacer y qu� no es necesario hacer en una guerra; que es un crimen valerse de la represalia sobre la poblaci�n civil; que es un crimen matar ni�os/as indefensos; que es un crimen bombardear hospitales, donde est�n agonizando cuerpos heridos mortalmente y fluye sangre roja y viva por sus abiertas heridas hacia la muerte; que es un crimen arrojar bombas sobre escuelas, que sirven de refugio para mujeres con sus hijos: momentos vividos durante el ardor b�lico de las contiendas entre los pueblos del mundo, y cuando nuestra mente no piensa los suficiente para comprender los �cr�menes� que cometemos en tiempo de guerra... Todo lo rese�ado anteriormente son hechos abusivos, desproporcionados, inhumanos, salvajes, dantescos..., que no van a influir en el desenlace de cualquier batalla: la siempre mal llamada y consentida, muchas veces, guerra. Y es que partimos siempre de la base, sin duda, de que �fomentar la guerra es un negocio de los fabricantes de armas, para as� venderlas y matar seres hambrientos, para que se mueran antes..., y despu�s caer en el olvido: dinero negro ganado que nuestros ojos ven y nuestros o�dos escuchan todos los d�as del Se�or...�. Pero �la guerra� es otra cosa. �sta es una contienda a muerte entre adversarios, que existe desde que el mundo es mundo. Porque la guerra conlleva cambios sociales bruscos, que han de influir m�s tarde, y a las pruebas me remito, tanto en los militares como en los civiles: traumas ps�quicos, trastornos mentales, depresiones, falta de acomodaci�n a la vida normal de las personas, situaciones violentas en los entornos familiares, etc.etc. La poblaci�n civil tambi�n sufre las consecuencias de la guerra, que se manifiestan con la aparici�n de distintos trastornos psicopatol�gicos, ya que los civiles aguantan los bombardeos, violencia y malos tratos si la ciudad en la que habitan se ve invadida por el enemigo, penalidades, p�rdida de seres queridos, calamidades econ�micas... En esta terrible fotograf�a de � Ni�a huyendo quemadam� por el Napalm (Guerra de Vietnam, 1965-1975), o tambi�n conocida como �Ni�a de Vietnam�, el fot�grafo, Nick Ut, pinta el miedo y el terror, que se ve y se toca, y que lleva dentro de su coraz�n esta pobre ni�a llamada Phan Thi Kim Phuc.La imagen fue enviada y al d�a siguiente fue portada en diarios de todo el mundo. Fue considerada� Foto del A�o� del World Press Photo de 1972, y en 1973, recibi� el Pulitzer. Tambi�n ha recibido otros importantes premios de fotoperiodismo... ��sto es la guerra!.. Los Estados Unidos de Am�rica es un pa�s que, respirando armas para matar por los cuatro costados�de norte a sur y de este a oeste�, siembran de muerte el mundo entero, pues es el primer productor y exportador de �stas: las armas ,muchas veces, s�lo sirven para matar. Matar por matar: es la triste realidad con la que nos encontramos todas las ma�anas, a�n con el caf� humeando de caliente, y abrimos cualquier peri�dico que nos echamos a las manos...Y ellos, los norteamericanos, al levantarse y leer diarios, sin duda est�n respirando armas para matar que siembran la muerte en el mundo entero. (Confucio, y en sus Di�logos, manifest�: �El gobierno es bueno cuando hace felices a los que gobiernan y atrae a los que viven lejos�.) Es parad�jico el comprobar que, siendo el a�o 2009 pr�ximo pasado la fecha que marc� la crisis econ�mica que actualmente a�n estamos viviendo, los norteamericanos han gastado muchos d�lares en la compra de armas, que muchas veces s�lo sirven para matar y que las carga el diablo..., como reza el famoso y antiguo dicho, aunque personalmente, entiendo que las cargamos las personas de carne y hueso. Y es que el espectacular aumento de venta de �stas, se debe, en principio, a la sensaci�n de inseguridad que est�n sufriendo los ciudadanos norteamericanos en sus propias carnes: el generador del horror que producen las armas vive en EE.UU., y se lee en sus caras, fomentado y desarrollado por tantas alarmas contraterroristas, que conllevan en el interior de sus corazones...muertos de miedo (lo cual es natural). Porque el presupuesto de guerra de los Estados Unidos de Am�rica es el que ocupa la cota m�s alta del mundo, y este pa�s posee (vuelvo a insistir en decirlo) una muy pr�spera�la mayor del mundo�, industria armamentista. No hay que olvidar �ni por un momento�, que, aquellos que compran sus armas, llegan a ser sus mejores amigos, y que estos �ltimos y los primeros prueban las armas�su eficacia�, sobre seres humanos. Y, sin embrago, estos buenos y entra�ables amigos americanos del norte proclaman a los cuatro vientos e invitan al �desarme mundial�. Uno no lo entiende, y el se�or Obama�44� presidente de los Estados Unidos�, tampoco: paradojas de la vida. Barack Obama sabe muy bien que el horror exportado: las armas, siempre tienen billete de ida y vuelta. Para un gran parte de nosotros �los lectores�, el periodismo de investigaci�n y corresponsales_de_guerra est�n constituyendo una especie de balanza de control frente a los abusos del poder. Y es que los medios de comunicaci�n se han tenido que encargar �ltimamente del trabajo ingrato �desagradecido, dir�a yo�: denunciar con pruebas fehacientes supuestos delitos de corrupci�n para que los tribunales de justicia obren en consecuencia. Uno piensa que los periodistas�cronistas de guerras�, no est�n en posesi�n del �don� de la inefabilidad, pero rectifican cuando equivocan: la prensa juega limpio. La Coru�a,8 de junio de 2010 Copyright� Mariano Cabrero es escritor E-Mail: pedrocruel2005@yahoo.es |