Juguetes rotos Mariano Cabrero B�rcena - 01.04.2009 18:43
Mariano Cabrero:Y es que todos los seres humanos nacemos, en principio, con semillas de bondad, racionalidad y generosidad. Pero, al mismo tiempo, se desarrollan en el interior de nuestros corazones simientes de odio, xenofobia, crueldad, violencia... Debemos de tener cuidado porque cuando cometemos crueldad contra los menores, los convertimos en �juguetes rotos� de por vida.  Los ni�os pierden el amor a la vida, y se convierten en �juguetes rotos�...  El autor Coinciden los entendidos en la materia, y entiendo que no est�n equivocados, cuando se�alan que para formar el car�cter de una persona, sin duda, precisamos de algunas necesidades primordiales. A saber: afecto, calor humano, alimentos... Es decir, todos los est�mulos necesarios, y al mismo tiempo complementarios, para saber discernir entre el bien y el mal. Por el contrario, bajo necesidades contrarias a las anteriores: abandono ps�quico o psicol�gico, falta de afecto, falta de comprensi�n... los ni�os/as tienden a desarrollar un car�cter dudoso y temeroso: pierden el amor a la vida, y se convierten en �juguetes rotos� de por vida, que muchas personas (mal nombradas de esta manera) violentan y tienden a deshacerse de ellos. Estoy hablando de realidades, que no de ficciones. He aqu� el porqu� aparecen en el entorno familiar chicos/ as solitarios. Y es que todos los seres humanos nacemos, en principio, con semillas de bondad, racionalidad y generosidad. Pero, al mismo tiempo, se desarrollan en el interior de nuestros corazones simientes de odio, xenofobia, crueldad, violencia... (los animales matan por hambre, pero los hombres/mujeres matan por puro placer... �Triste y puro placer!). Cuando cometemos crueldad contra los menores, los convertimos en juguetes rotos de por vida. Ashley Montagu dej� escrito: �Aprender a hablar nos cuesta muchos meses. Aprender a amar puede costar a�os. Ning�n ser humano nace con impulsos hostiles o violentos, y nadie se vuelve hostil o violento sin tomarse el tiempo necesario para aprenderlo�. Sabemos que la bioenerg�a se produce quemando biomasa -materia org�nica como plantas o madera�, la e�lica vali�ndose de turbinas de viento para generar electricidad, la hidroel�ctrica que aprovecha la energ�a del agua, la solar desarrollada a trav�s de paneles solares -que est�n hechos de c�lulas fotovoltaicas�, el hidr�geno que estando en el agua figura como una fuente inagotable de energ�a, la geot�rmica �energ�a que aprovechamos del calor emanado del centro de la tierra�,y, por �ltimo, la oce�nica aprovechando por una parte la energ�a termal que produce el calor del sol y por otra produciendo energ�a mec�nica procedente de la olas y las mareas. Hemos aprendido de todos estos adelantos para desarrollar un mejor bienestar para nuestras vidas, pero no hemos aprendido a respetar y a educar al ni�o/a. No somos muy listos, desde luego. El ni�o solitario puede ser que, y esto es obvio, se desarrolle como consecuencia de una conducta familiar problem�tica. La conducta de los padres� de ella y �l�, repercute en el ni�o/a como consecuencia de ser el elemento familiar m�s vulnerable. Se puede consolidar de esta forma una enfermedad que tiene actualmente cierto desarrollo: la depresi�n infantil. En el mundo del ni�o es de suma importancia que reciban afecto�sentirse queridos y protegidos, por sus progenitores, o, en sus defecto, por las personas que los sustituyan cuando estos faltan por muerte, desidia, abandono...La separaci�n o divorcio de los padres, es prudente decir, que repercute de una forma directa en el desarrollo de la personalidad y conducta de los ni�os: la esperanza del ma�ana. Los ni�os, y esto est� comprobado, hacen los que ven y oyen. Es decir, imitan a sus padres. Los numerosos trastornos psicol�gicos y psicopatol�gicos, que se manifiestan durante la infancia, o, a veces, cuando llega la adolescencia, son debidos al entorno familiar en que han vivido. Ser ni�o se ha convertido en una esclavitud, y de esto no me cabe la menor duda, que se est� fomentado m�s y m�s cada d�a que pasa. Lo vemos con nuestros propios ojos: tantas y tantas son las forma de explotaci�n de menores, a saber: trata infantil�de ni�os/as�, comercio sexual con fines lucrativos, trabajos en minas de la muerte, trabajos en la agricultura, los denominados "Ni�os soldados�creados como escudos humanos para una muerte cierta, matrimonios infantiles forzosos, esclavitud domestica por parte de sus propios padres, abusos sexuales cometidos por los �ltimos, pederastia( cuando el menor tiene 13 a�os de edad, y da su consentimiento, resulta que el �pederasta� no comete delito alguno).Todos sabemos que han existido, y probablemente existen sacerdotes cat�licos pederastas en todo el mundo. Casos concretos se pueden citar: en Dubl�n�Rep�blica de Irlanda, 2002�, en Boston�Estados Unidos, 2002�, en Canad�...Y de aquellos tambi�n hay constancia en otras religiones del mundo. Pedofilia: la ejercen hombres desaprensivos e inhumanos�casados y solteros�, que buscan placer enfermo en las pobres criaturas que Dios creo, etc. As� se encuentra el C�digo Penal espa�ol. Respeto esta ley pero no la comparto. Y seguimos convirtiendo a nuestros menores en juguetes rotos. En la Declaraci�n de Derechos del ni�o [1.Proclamada por la Asamblea General en su resoluci�n 1386 (XIV), de 20 de noviembre de 1959] se estableci� lo siguiente: Principio 1: El ni�o disfrutar� de todos los derechos enunciados en esta Declaraci�n. Estos derechos ser�n reconocidos a todos los ni�os sin excepci�n alguna ni distinci�n o discriminaci�n por motivos de raza, color, sexo, idioma, religi�n, opiniones pol�ticas o de otra �ndole, origen nacional o social, posici�n econ�mica, nacimiento u otra condici�n, ya sea del propio ni�o o de su familia. Los ni�os/as dan y desean recibir amor, y, desde peque�os, son receptivos a �ste. Sin amor el ni�o�hombre ma�ana�crece entre el olvido y la oscuridad. Evidentemente existe la �Inteligencia Infantil�, y sabemos que, el ni�o o ni�a posee �sta en v�as de desarrollo. Pero hemos de comprender que, la facultad que tienen los menores para aprender, ha de estar motivada por la ense�anza para que m�s tarde se adapten al medio ambiente: desarrollo cultural, verbal, problemas concretos, situaciones problem�ticas...: a todo se le llama ense�anza por antonomasia. La Coru�a( Espa�a ), 1 de abril de 2009 Mariano Cabrero B�rcena es escritor Copyright E-Mail: pedrocruel2005@yhaoo,es |