Independencia a trav�s de Europa Oscar S�nchez Fern�ndez de la Vega (Google) - 18.01.2005 10:42
Oscar S�nchez Fern�ndez de la Vega-Autor del libro �Diez Horas con la globalizaci�n�(google, indymedia.org, amazon, foro-los retos de la globalizaci�n, elcorteingles.es, elpais.es, galiciadixital, netbiblo, yahoo...) Independencia a trav�s de Europa Oscar S�nchez Fern�ndez de la Vega (Google) En el estado espa�ol, pol�ticos y periodistas desde posturas bastante sectarias y anacr�nicas, siempre bajo presupuestos ideol�gicos y ret�ricos, est�n empecinados en reinventar un problema que cada vez depende menos de nuestra manera de pensar o sentir. �Con qu� amenaza el Gobierno Vasco al Espa�ol?. Con la posibilidad de hacer un refer�ndum sobre la autodeterminaci�n de su pueblo-naci�n. �Qu� es lo que ocurrir�a si se llevase a cabo?. Estad�sticamente y extrapolando datos hist�ricos los nacionalistas tendr�an una mayor�a muy justa. Si tomamos en consideraci�n una abstenci�n de un 30%, algo muy razonable, nos encontrar�amos que apoyar�a realmente la autodeterminaci�n una mayor�a social del 30-35 % aproximadamente. Como brindis al sol no est� mal y hasta incluso el procedimiento pudiera ser leg�timo. Nadie razonable puede oponerse a que un pueblo se autodetermine, lo que ocurre es que el tal pueblo independientemente de lo insuficiente de los resultados del refer�ndum, tiene otros problemas no menos desde�ables... 1-La definici�n territorial no est� clara. Por ello la autodeterminaci�n ser�a personal y si se quiere colectiva pero no territorial. No es el primer caso que un pueblo s� autodetermino oprimiendo a otro. 2-A un pueblo-naci�n a lo largo del tiempo se fueron incorporando gentes de otros pueblos, nuevas costumbres y h�bitos, nuevas lenguas e incluso nuevos credos. Lo razonable es que estas incorporaciones reconociesen de donde vienen, donde est�n y adonde van. Vamos que no quieran renunciar a Cervantes por ejemplo, pero que tambi�n acepten el hecho diferencial social y cultural y lo asimilen en su justa medida para no minar el leg�timo sentimiento existencial de identidad que tienen los de all�. Desgraciadamente son minor�a. Sobran sin embargo cruzados, poderofr�nicos, mesi�nicos, catetos, exegetas locales, etc. 3-El Gobierno Vasco sabe perfectamente que esta acordado en el seno de la U.E. que no se admitir�an estados procedentes del desmembramiento de uno de sus estados. �Qu� es lo que tenemos en la otra parte? Unos pesados que emburrados en el circunloquio y la verborrea pl�mbea, repiten hasta la saciedad que la constituci�n actual a�n es paradigm�tica en su totalidad, despu�s de haber transcurridos veintis�is a�os, en los que si me apuran hubo m�s cambios en el mundo que los que hubo en toda la historia anterior, sabiendo que nos encontramos inmersos en un proceso global que est�n cambiando paradigmas fundamentales, que nos est�n permitiendo reinterpretar el presente, definir nuevos conceptos y nos est�n obligado a anticipar el futuro m�s que nunca. Adem�s, nadie puede negar que la constituci�n se redact� dentro de un contexto de cambio de una dictadura a una democracia, con todo lo negativo que ello supone en cuanto a presiones, concesiones, excesivos poderes a partidos pol�ticos, etc.,. Todo lo anterior ser�a incluso peligroso, si el tal problema no fuese realmente la parte de un gran debate, sobre algo que solo el proceso global podr� dictar sentencia en el tiempo. El Plan Ibarretxe, junto con otros planes similares que surgir�n en los pr�ximos a�os a lo largo y ancho de Europa, es una fase del debate, pero no es el gran debate. Sabemos que Europa se va a formar con los caducos y obsoletos estados-naci�n (organizaciones plurinacionales, naci�n de comunidades nacionales o hasta si quieren naci�n de comunidades auton�micas en el caso de Espa�a). El gran debate es llegar a saber si estos van a pervivir en el tiempo, dentro de un proceso global (fen�meno objetivo y no ideol�gico, ni ret�rico) que le da el protagonismo a lo universal y lo local, y se lo quita a los intermediarios, o por el contrario, Europa terminar� formada por pueblos-naci�n (o regiones), susceptibles de procesos de descolocaci�n y recolocaci�n territorial que ser�an tutelados por una U.E. consolidada. Europa solo tiene sentido si se convierte en un estado fuerte capaz de ponerse a la altura de asi�ticos y norteamericanos, y todo ello en aras de plantear ya una gobernabilidad planetaria que se hace ya necesaria, al menos en temas prioritarios para todos, como son los derechos humanos, ecol�gicos, la eliminaci�n del hambre en el mundo, la resoluci�n de enfermedades como el SIDA y otras infecciosas, el tema de la seguridad global, el garantizar los derechos de los individuos en el ciberespacio (libertad, intimidad o anonimato), el control pol�tico y bio�tico de la gen�mica, de la inteligencia artificial de l�gica difusa y capaz ya de emitir juicios y evaluar situaciones, etc. Los estados-naci�n, paradigma de la modernidad son, hoy por hoy, a�n �tiles civilmente. Lo que es muy dudoso es que su valor de intermediaci�n vaya a ser �til en un futuro pr�ximo ( aqu� se est�n produciendo cambios importantes, r�pidos y que est�n aqu� para quedarse). Est� claro que el Estado Espa�ol, al igual que otros estados-naci�n, se van diluyendo lentamente tanto por arriba (cesiones de competencias estatales a la U.E y otras organizaciones supraestatales), como por abajo (cesiones de competencias estatales a comunidades aut�nomas espa�olas, landers alemanes, regiones francesas etc.) Si queremos construir pol�ticamente Europa, necesariamente tenemos que empezar a analizar como vamos a articular lo local (lo regional), lo supranacional y lo universal. La independencia de Euskadi solo tiene una posibilidad: a trav�s de Europa y esto pasa por la maduraci�n pol�tica de Europa y tambi�n de Euskadi. Todo lo dem�s son fuegos de artificio, tortazos, sin poder real ninguno y eso s� molestos e impresentables intelectual y �ticamente. El camino, no va a ser f�cil, con calma debemos comenzar a trazarlo e iniciar su andadura, y si ello conlleva el tener que hacer cambios constitucionales en los estados-naci�n hag�moslos de manera democr�tica, c�vica y pac�fica. |